Llamé un viernes por la mañana, estábamos de viaje y necesitábamos un veterinario el mismo día, no tuvo ningún problema. No sólo vió a mis perros esa mañana si no que, la forma de tratarlos, con tanto cariño y paciencia (a pesar de estar el sólo y hasta arriba) me sorprendió bastante, se nota que se desvive por ellos. Ojalá cuando termine la carrera y tras tantos años trabajando conserve esa pasión que el demuestra, ya que es un sector complicado muchas veces.
Mil gracias de parte de unos murcianos y (ojalá) futuros asturianos. Un abrazo!