Ruego disculpen la calidad de la fotografía. Soy Güido, vivo en el Barrio de Montañana y tengo 10 años. Desde hace algunos días sufro un serio problema respiratorio. Tengo fiebre, estornudos permanentes y no guardo energía alguna para ser feliz. Mi amo prepara infusiones de manzanilla para mantenerme hidratado pero no muestro mejoría alguna. El día 10 de Junio de 2020 contactó con Julio, el único veterinario local que me visita cada año para la vacuna anual. El citado día le participó su preocupación y los síntomas que manifiesto. Ante la imposibilidad de desplazarme (guardo cierta fuerza para evitar que me introduzca mi amo en el transportín), rogó al veterinario que por favor se desplazara y tratara convenientemente el problema ante el temor de que se agravara mi estado de salud hasta un punto irreversible. Julio, el veterinario amable, contestó que no disponía de fecha alguna para desplazarse al domicilio. Es injusto lo que sufre mi amo, es injusto lo que estoy padeciendo, es injusto la poca ética de este «amante» de los animales.