Conozco bastante veterinarios porque siempre he tenido mascotas y he sido cliente de muchos.
Cuando por procesos rutinarios, o sobre todo por urgencias, tienes que acudir a un centro veterinario, yo al menos espero tres cosas: la primera profesionalidad, lo principal es solucionar el problema. La segunda un trato acorde a la situación, aunque seas alguien tranquilo es lógico que estés preocupado y esperas empatía, es tu mascota. Y por último un buen precio, o mejor dicho, que se te cobre por lo que se hace y no se inflen los tickets, que pasa y mucho en el mundo veterinario.
Bien, pues en este centro se dan las tres circunstancias. El trato al cliente, pero sobre todo al animal es inmejorable, se nota una enorme sensibilidad y vocación en la gestión de la mascota, en mi caso, gatos. La profesionalidad indiscutible, saben muy bien lo que hacen y, doy gracias, siempre se ha solucionado todo perfectamente. Y el precio, pues muy bien, nunca he notado excesos que sí he visto en otros centros, donde la tendencia a subir el ticket es descarada e impresentable.
No puedo más que recomendar este centro.