Esta semana llevé a mi pequeña Ada de casi 20 años para dormirla. Escogí el centro por cercanía y no pude elegir mejor. Álvaro y su equipo tuvieron una sensibilidad exquisita hacia la gatita y hacia mí acompañándome en el dolor.
Es difícil expresarlo con palabras, además de profesionales su amabilidad y empatía me llegaron al corazón. MUCHÍSIMAS GRACIAS.