Llevo a este centro a mis perros desde el 2005 que lo descubrí, en un local más pequeño que tenían.
Siempre han acertado en los tratamientos que han necesitado, explicandome perfectamente lo que les pasaba y tratando a las mascotas con mucho cariño.
Hasta hace unos días no había utilizado el servicio de peluquería. Pensaba que eso podía hacerlo yo sin problemas.
Me atendió una persona llamada Carmen. Estuve presente la mayor parte del tiempo, viendo como trabajaba.
Tengo un pastor alemán de pelo largo. Le lavó dos veces. Le cepilló a conciencia centímetro a centímetro durante hora y media, cogiendo parte de su hora de comida. Le hablaba y le acariciaba para tranquilizarlo. Al acabar tenía un pelo suelto y brillante como nunca y un cubo grande lleno de todo lo que le sobraba.
Carmen, los dos agradecemos tu buen trabajo que repetiremos.