Fui de urgencias con Woody porque no paraba de vomitar, a pesar de haber acudido antes a otro veterinario y decirnos que se trataba de una gastroenteritis o algo que se había comido. Según vieron al perrete ya podían intuir lo que tenía, al momento le hicieron un test y positivo en parvovirus. Después de todo lo complicado que fue y lo malito que se puso, lo han salvado y cuidado al máximo. El trato es excelente y cuando te vas, sabes que tu perro lo dejas en buenas manos.