Rescatamos una gata hace un día y la hemos llevado a que la examinaran. En el camino al veterinario al día siguiente de encontrarla el gatete se estresó y se escapó por la calle pero lo cogimos. Llegamos a la veterinario con el gato muy nervioso y nosotros sin idea de que andábamos buscando. Atendieron al gatico de una forma espectacular con amabilidad, soltura…y todo mientras nos explicaban las cosas a los que no habíamos pisado un veterinario en la vida. Imagino que esta será la tónica de profesionalidad en todas las Clinicas para animales, pero he salido de mi primera visita tranquilo, contento y con seguridad. Se agradece cuando el trato es profesional pero también cercano y con personas que derrochan pasión por lo que hacen. Gracias.
