Todas las mascotas que han pertenecido, o pertenecen a mi familia (madre, hermana y propias), han ido a este centro veterinario, desde que ha abierto el lugar donde se encuentra ubicado, sobre el año 1993. Personal muy agradable y atento con mascotas y propietarios. Han salvado la vida a uno de mis perros, que se había envenenado en el parque. Me tranquilizaron cuando me quedé embarazada y me dijeron que mi gato no tenía toxoplasmosis… mejoraron, hasta que se puedo, la vida del yorky de mi madre… No puedo decir nada malo de este sitio… sólo guardo buenos recuerdos y mucho cariño… muchas gracias