Es difícil encontrar profesionales como ellos. Da gusto comprobar que dejas en las mejores manos a tu mascota, que no le faltará atención y q se preocupan también de cómo puede sentirse.
Tienen algo especial y por ello les estaré siempre agradecida.
Las instalaciones son geniales también, es un hospital de verdad en pequeño.
También tienen urgencias y si se tiene que quedar hospitalizado, estará vigilado, higiénico y cuidado como en casa (hasta con calefacción, doy fe)
Un placer dar con gente así, que llevan dentro un corazón más grande que el Vademecum
Gracias María, Mari y Elena