Entramos, no saludan y siguen hablando con otro cliente unos 15 minutos. Nos regaña por tener el perro gordo sin pensar que a lo mejor es por un problema desconocido (fuimos a otro veterinario – sale que tiene cushings entonces esta gordo por eso), le dio golpes al perro en el bozal, y quería que volvíamos a hacer todas las pruebas que le habían hecho otro veterinario porque «no se fía de los resultados de otros veterinarios». Por bien y para asegurarse o por mal y para vaciarnos los bolsillos no sé. Hay más razones por las que no volveremos, pero lo dejo, mala experiencia en general.