En ningún momento se lavó las manos después de salir y entrar del local o toser, ni se puso guantes a la hora de poner inyecciones. Fuimos porque mi gata tenía una patita dañada y le hicieron radiografía pero resulta que era un bocado (podría haberse visto antes), el cual no limpiaron porque «eso se cura solo». Además nada mas verla lo primero fue agarrarla del cuello cuando ni siquiera era necesario, entre otras cosas.
No volvería, lo único satisfactorio fue que nos diera antibióticos para que se curara sola mi gata.