Al principio siempre entras nervioso, tu perro está malo y todo te parece caro o insuficiente. Esta es la sensación en un veterinario que no conoces. Pero de repente apareció Lucía, la cirujana que tenía que operar a mi perra y desde el minuto 1 sabía que estaba en buenas manos. Analizó el problema se puso manos a la obra y en 24h la perra estaba operada y estupenda. Muy contentos al final de todo.
Gracias.