Uno de mis gatos tuvo una crisis de ansiedad que parecía que estaba cercano a morir y salí corriendo a esta Clinica, que sólo había visto de pasada cerca de mi casa.
La veterinaria fue muy comprensiva y al final mi gato se calmó y pudimos a volver a casa.
A los días volvió a tener otro ataque y finalmente tuvieron que hacerle una analítica, la cual se recibió con bastante celeridad, contribuyendo a tranquilizarme y ver que mi gato estaba en buenas condiciones de salud y que había sido un cuadro de estrés/ansiedad puntual.
Además, sentí que la veterinaria es vocacional y ofreció un trato muy cariñoso con el propio animal, que es lo que ellos necesitan más, porque no se busca sólo su curación o tratamiento médico, sino también un profesional que les aporte cercanía y tranquilidad en momentos malos.
100% recomendable.