Ayer llevé a mi cocker a la peluquería como otras veces, tras pedir hora con antelación. Al llegar, una chica, que hace de dependienta dijo que se lo iba a cortar ella porque de momento ya no tenían al peluquero de siempre. Dijo que tenía el título y que lo podía hacer sin problemas. Transcurrido el tiempo, al recoger a mi perrita estaba que no parecía ni un cocker. Llena de trasquilones por todo el cuerpo, el pelo súper corto, mal lavada, mal cepillada. Vamos, que da pena verla. Creo que le hicieron daño en una de las orejas y en las patas traseras porque se queja y no se deja acariciar. Toda la broma 32€, por un mal servicio que además ya no tiene solución. Después de quejarnos con motivos y pidiendo reclamación, esta mañana nos atiendo el supuesto dueño a las 9:30 am, justo cuando no está abierta aún la tienda y no hay clientes para no dañar su imagen. Sin muchas explicaciones ya que no tenía justificación posible, lo único que nos ofrece es devolvernos el dinero y con prisas y sin un «lo siento» que hubiera sido lo correcto. Por supuesto no volveremos a ir nunca más ni lo recomendamos ya que puestos a decir tampoco es económica ni demuestra tener buenos profesionales.
Ayer por teléfono una señora, dependienta o dueña, no sabemos, se justificó haciendo comentarios como: -Yo cuando voy a la peluquería a veces tampoco me gusta o si me cortan la oreja pagando 100 euros no digo nada, o que si me han traído una nevera y me han rallado la lavadora…
Como veis incongruencias absurdas.
Aquí consta nuestra nefasta experiencia, lo honrado hubiera sido que nos dijeran que en esos momentos no tenían a nadie qualificado porque está claro que no debe haber cortado el pelo a un cocker en su vida.