Pedí un presupuesto por teléfono de servicio de peluquería canina el cual me dieron. Al recoger al perro me encuentro con que me quería cobrar otro precio del cual me había dado. La cuestión no es pelear la diferencia de precio que era algo absurda siendo la diferencia de entre 5-10e. El problema comienza cuando la chica que da las citas se pone algo alterada para estar tratando cara al público y me llama mentiroso. No hubiese tenido problema en pagar la diferencia si el trato hubiera sido más correcto y amable explicándome la situación y ya que está de cara al público intentando entender que ha podido ocurrir. Al pedirle la hoja de reclamaciones por cómo se estaba poniendo se ríe y me dice «que es que los clientes tenemos mucho morro». Más cosas que no me acuerdo pero que han hecho perder la confianza y buen trato que tenía con esa Clinica, a parte de comentar algunos de los precios desorbitados. En definitiva un trato inapropiado y vulgar.