La experiencia no ha sido muy satisfactoria. Aunque en la web las instalaciones tenían muy buena pinta, ni al llevar a la perra ni al recogerla me permitieron verlas. Además al recogerla la perra no estaba muy bien, estaba como desorientada, babeaba (es un Yorkshire y no suele hacer) y, probablemente me equivoque, pero la sensación era como si hubiera estado sedada. Le ha costado volver a estar normal. Es verdad que es una perrilla muy especial, es alérgica a ciertos alimentos, enseguida añora y llora y ladra, pero lo cierto es que la experiencia en este sitio me lleva a no volver a plantearme el llevarla allí. Se supone que son profesionales y saben tratar a los animales adecuadamente.