Indescriptible, llamé de urgencias porque mi perra «Pepa» se estaba muriendo… lo primero que me dijo, es que la urgencia tenía un coste. Le dije que no me importaba, que no quería ver sufrir a mi perra, no sólo es que tardo más de 40 min de la hora que acordamos, sino que me dijo que se había parado a recoger a su hija del colegio, cuando llego Pepa había fallecido, sacando sangre por la boca y se orinó encima… se limitó a cogerla por los pelos del lomo y limpio el suelo del portal de al lado, donde esperábamos y cuando entramos me dice, que todavía le latía el corazón, después de lo que le pasó, algo que evidencia tanto la muerte, como la relajación de esfínteres y me pide 65€ JAMÁS HE VISTO A SEMEJANTE ESPÉCIMEN A CARGO DE LA VIDA DE NUESTROS MÁS PRECIADOS AMIGOS… ESA MUJER NO MERECE ESTAR AHÍ