ATENCIÓN PÉSIMA
Hace años llevamos a nuestra perra a este veterinario. Dejan de atender antes del horario que pone. La última vez llegamos y el veterinario (un señor mayor) y la recepcionista nos dieron un trato deficiente. Hablándonos mal y tratando al animal como si no fuese un ser vivo. Cada vez que vamos por algo le ponen un inyectable o recomiendan pastillas y nunca le mandan analíticas ni nada por el estilo para corroborar que es lo que ocurre. A la mínima te mandan a Girona. Desde luego no volveremos y no le recomiendo a nadie que vaya.