Hoy he llevado a mi gato por primera vez a este centro veterinario desde que me mudé en Rubí. Iba insegura, esperando que fueran profesionales y sobre todo entendieran a Dai, porque sufre un estrés extremadamente elevado al salir de casa, hasta el punto de jadear y salivar. Puedo decir que el trato con él ha sido exquisito, muy profesional, directo y humano. Le han dado el tiempo y espacio para que se tranquilizara y Alberto, el veterinario, ha sido de una gran delicadeza. Muchas gracias por ese gran trato. Si tenía dudas, ahora puedo decir que ya tengo un veterinario de confianza.