Pedimos llevar de urgencia a nuestro yaco africano de 27 años y, nada más llegar, lo pusieron en una incubadora, ya que su problema residía en un problema respiratorio. No pudieron salvarlo dado su grave estado, pero hicieron todo lo posible para cuidarlo hasta el último momento. Adrià es un gran profesional y una persona muy amable que nos llamaba seguido para contarnos cómo iba evolucionando el estado de nuestro loro y nos explicaba todo al detalle. Tampoco tuvo problema en prepararlo adecuadamente para poder llevárnoslo con tal de enterrarlo en nuestro jardín. Por último, además de ser económico, nos devolvió parte del dinero que iban a emplear en él y que no pudieron utilizar, lo cual es digno de mencionar. En suma, estamos muy agradecidos por la atención y el trato recibidos.