Un trato cariñoso que hace mucho más fácil cualquier visita. El lugar, por sus tonos en la decoración y por su distribución, invita a la tranquilidad. Tanto el personal como el veterinario hacen lo posible para que todo resulte mucho más fácil.
A pesar de los nervios que pasa, estoy segura de que mi peluda está de acuerdo conmigo.