Ayer, tuve que despedirme de mi niño. Tenía claro que quería que fuera en su casa. Con sus cosas y conmigo. Ha sido lo más duro que he hecho en mi vida. Pero tengo que agradecer a Mar que me lo examinó, me explico porque él ya estaba sufriendo. No paro de acariciarlo y lo trato con cariño. Se fue mi niño en mis brazos sin notar nada raro. Después Mar comento que había sido muy duro para mí. Y me escribieron un mensaje de parte de todo el equipo dándome ánimos y fuerzas. Les doy las gracias porque en momentos tan difíciles se agradece muchísimo.