Está muy limpia y la decoración muy kuki ,el personal amable y solícito, la peluquera Mónica dejó a mis maltesitas muy guapas y resplandecientes, muy cariñosa. El dueño muy afable y en todo momento haciéndome sentir como en casa, volveré sin dudarlo. La peluquera que se encargaba de Sophie y Lily, cerró, y lo cierto que probar otro sitio me daba un poco de respeto, pero mis chicas y yo estamos.muy contentas.. Lo recomiendo 100 por cien. Volveré