El veterinario de toda la vida. Tengo 50 años y cuando tenía unos 16 años, la perrita de la familia parió y uno de los cachorros no se desarrollaba bien, lo llevé yo sin ahorros y le pedí al veterinario ayuda, tuvo un gran detalle conmigo y me trato con mucha sensibilidad en aquel momento, no me cobro nada.
Ahora tenemos un caniche y desde que llegó a casa va a sus revisiones con el Dr. Luis Capdevila, sin duda tienen toda nuestra confianza.