Puse toda mi confianza en ellos y la decepción ha sido muy grande. Casi un año tratando a mi perro de una bacteria, a base de antibióticos y corticoides, en el último tratamiento le pusieron unos corticoides tan fuertes que perdió masa muscular y tuvo una alteración en el hígado, que según sus palabras, mi perro se podía morir. Después de llevarlo a dos veterinarios, uno dermatólogo y otro general, los dos me confirmaron que todo lo que tenía venía provocado por los corticoides. Sólo había que hacerle otro cultivo y ver que la bacteria de la que le trataban ya no estaba y tenía otras dos distintas, mi perro se recupera poco a poco de su grave alteración en el hígado y tiene un tratamiento SIN CORTICOIDES al que está respondiendo, afortunadamente. Todos nos equivocamos y si reconocemos el error nos honra, cuando yo se lo dije no sólo no reconocieron el error si no que tuvieron el atrevimiento de decirme que si mi perro estaba tan grave (palabras que salieron de su boca) que le hubiera llevado a unas urgencias 24h.