Llevé a un gato callejero cachorro que estaba enfermo, lo rescaté de un pozo con agua en pleno Diciembre, por lo que tenía neumonía y obviamente arañaba por miedo. La dueña al recibir varios arañazos al igual que yo (pero es a lo que te expones en estos casos) se puso borde conmigo y con el animal y nos dijo que nos fuéramos a otra veterinaria que ella no iba a atender al salvaje. No me esperaba esta respuesta de un profesional, el animal no tiene culpa ni de que la dueña tenga un mal día ni de tener miedo de los humanos. No pienso volver a ir después de la decepción.