Por dónde empezar… en camino de 11 años en el sector animales no he visto un ambiente laboral más tóxico jamás (a Dios gracias), todo lo que hacía estaba mal y lento siempre dando la razón a los clientes incluso cuando se sabía que no era el caso (no, el cliente no siempre lleva la razón). En un mes, un mes!! he llegado a tener problemas de ansiedad y epilépticos noche sí noche también de sólo pensar «y mañana otra vez»; el colmo? acusarme de insultar a un animal, a un cliente. Soy una persona vegana, animalista, rescatista y voluntaria; sí hablo con los perros y sí a veces les «riño» y les digo «qué mal te estás portando Dios mío» pero insultar? veremos que piensa mi abogada de una acusación tan grave.
Pd. hasta después de firmar la resignación provocando, delante de la cámara claro, pero bueno como dije qué se le va a hacer cuando lo hago todo mal. Mi conciencia está muy tranquila y me quedo con algunos (pocos) no buenos clientes sino buenas personas conocidas en este poquito tiempo (a ver si se pega algo).
Pd 2. Gracias por el uniforme, algo bueno he sacado de esta pesadilla.
Edito tras la respuesta: es la primera vez que dejo un comentario negativo en un empleo que por cierto me he visto obligada a dejar tras abusos diarios para que me fuera ya que tras señalar que quizá no era la persona adecuada para el puesto se me dijo que no se me quería despedir que me fuese yo. 30 años no excusan maltratar a un empleado quien por cierto no es la primera ni segunda reseña negativa que escribe (al igual que no es la primera persona que se queja de vosotras personalmente, pero claro esas opiniones incluso de potenciales clientes tampoco cuentan…)