Son unos profesionales excelentes y muy buenas personas. Se nota mucho que se dejan la piel por sus pacientes. Marino es un especialista en rapaces y exóticos, sin duda referencia en el tema y María una crack con perros y gatetes. Gran trabajo detrás también de las auxiliares, bellas personitas que se dejan igualmente la piel. He vivido desde dentro cómo llevan la Clinica (de prácticas) y la verdad es que no he podido salir más contenta… Me entristece tener que irme, me han enseñado muchas cosas.
Podéis confiar a vuestros peludos (y emplumados) sin ningún atisbo de duda.