Lleva siendo nuestro veterinario desde hace casi 10 años. Incluso ahora que vivimos lejos seguimos yendo con Pablo porque nos fiamos 100% de él. Durante el linfoma de Lolo siempre estuvo pendiente de él e hizo todo lo que pudo, aunque al final falleciese la semana pasada debido a una metástasis cerebral. Gracias Pablo y Raquel por todo lo que hicisteis por él y por darle más tiempo con nosotros.