Estuve con mi perro hace unos días porque tenía una hemorragia bucal intermitente de varias horas. Fuimos un día festivo, así que nuestro veterinario de normal no estaba abierto, con lo cual mi padre llamó para ver si le podíamos acercar y saber cuánto sería el precio.
Obviamente, preguntaron por qué sería la consulta, así que le dijeron a mi padre que serían 120€ para revisar bien y realizar extracción si fuera necesario.
Cuando llegamos nos dice el chico que lo que pasa es que se le ha partido un colmillo al perrito, que lo recomendable sería extraer ese diente si o si y hacerle una limpieza bucal.
Todo bien, hasta que dice que él no se quería meter en ese «marrón» en ese momento y que mejor que le llevaremos a nuestro veterinario habitual en esta misma semana. Lo que él podía hacer por nosotros era darnos medicación para que se bajará la inflamación de la zona, unos antibióticos y unas vitaminas.
Mi sorpresa fue cuando no solo tuve que seguir pagando esos 120€, si no que además añadimos 28€ de la medicación, para los cuales mi padre no me dio dinero y mi pareja se ofreció a pagar lo que faltaba con su tarjeta, pero como el chico no sabía hacer esas cosas dijo «mejor no me meto en ese lío».
El mayor enfado llega hoy, después de llevarle a mi veterinario habitual y que me diga que no hace falta ninguna extracción y que además solo nos cobre 15€ por la mismísima revisión…
Decepcionadísima.