Está más que claro que en el año 2022 aun se lleva la censura y nos toca a todos aguantar sandeces de la gente hablando de campañas o movimientos de desprestigio.
El día 10 de octubre llevamos a mi gata con convulsiones (tras haber llamado el día anterior y haberme dicho que eran crisis epileptiformes restándole toda la importancia del mundo. El primer diagnóstico de Miriam fue que yo le había transmitido mi estrés. Dos días después, tras infinitas crisis más, deciden que pase allí una noche ingresada. Por la mañana, nos llaman y dicen que no ha vuelto a tener ningún ataque. Nuestra sorpresa al salir de allí es ver que, tras dos minutos, le empieza a dar un ataque detrás de otro. Nos dan unas gotas, nadie sabe de qué eran, que prepara Santi. Tardan más de una semana desde que empiezan las convulsiones hasta que le dan cita para un TAC.
Afortunadamente le llevamos a otro centro donde le atendieron en condiciones. Le estaban dando ataques epilépticos, le hicieron RMN, vieron que tenía daño cerebral y hasta que no pasaron 24H sin crisis , no le dieron el alta hospitalaria.
Hoy la gata tiene que tomar una medicación pero afortunadamente no ha vuelto a sufrir ningún ataque.