Mi perro empezó a no poder andar con las patas traseras y tener heridas por la piel, acto seguido dejó de comer y beber del dolor, me dijeron en otro sitio que tenía artritis y que lo de la piel era culpa del pienso, que lo cambiase, me fui de ese sitio y probé aquí, gracias a ellos me enteré que mi perro tenía leishmaniasis, lo trataron genial y me intentaron dar el tratamiento más económico para la enfermedad, ahora mi perro está perfectamente, anda, no tiene heridas, come, bebe y juega, muy agradecida.
