He ido en varias ocasiones y nunca me dejan entrar con el perro cuando lo atienden, cosa que si hacen en el centro al que acudo habitualmente cuando mi perro necesita ayuda veterinaria. Conozco cada problema de mi perro y aún así siempre insisten en hacer radiografías. El tiempo de espera es horrible y más cuando no estás viendo a tu perro y lo oyes gritar dentro de la consulta. No vuelvo a ir, prefiero acudir a otro lugar donde sí me dejen estar junto a mi perro mientras le hacen el reconocimiento rutinario. La primera vez que lo llevé con gases estuvo allí más de una hora y todo para finalmente recetarle un jarabe.