Encantadísima con el trabajo y el trato de Sara. Justo lo que necesitaba, una veterinaria a domicilio que trata a las mascotas como si fueran suyas. A mi Firu no le gusta nada ir al veterinario y cuando nos acercamos a la puerta se pone de los nervios, así que con Sara es todo maravilloso, viene a casa a ponerle sus vacunas ¡y la Firu casi ni se entera! Comodidad, buen trato y profesionalidad.
¡La mejor veterinaria de la comarca!